lunes, 16 de abril de 2007

Pulpo de anillos azules

El mordisco de este pulpo no duele, pero las neurotoxinas presentes en su saliva empiezan enseguida su temible trabajo. En cuestión de minutos, la persona que recibió el mordisco experimenta entumecimiento, debilidad muscular y poco después, la víctima deja de respirar y muere.

1 comentario:

zoraida dijo...

con lo bonitos que parecian